Mamá, yo quiero ser streamer

Todo empezó cuando me hice el esguince en la muñeca derecha. Como no podía jugar y tenía todo el mono, me puse a ver canales de Twitch de gente que jugaba a los mismos juegos que yo, también me puse a ver un stream por primera de vez de alguien que había puesto el link en su Twitter, y me gustó. De hecho prefiero ver streams con pocas visitas y que no peten el chat, y sentirme más cercana con esa persona, no sé. Conocía lo que era Twitch pero nunca me había puesto realmente a ver nada.

Así que empecé a ver vídeo tutoriales (de sudamericanos, por supuesto, que son los jefes de los tutorials) para grabarme mientras juego, y encima me compré una webcam y unos cascos gamer y todo, porque no tenía ninguna de las dos cosas.